26 ene 2009

TIPOLOGIA DE VIVIENDA EN LA EDAD MEDIA

La Edad Media es un período histórico que comienza en el año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente tras ser destronado el último emperador, Rómulo Augústulo, por el jefe de los bárbaros, Odoacro, y finaliza en 1492 con el descubrimiento de América. Algunos historiadores aceptan versiones de su final en 1453 con la caída del Imperio Romano de Oriente. La Edad Media es un período histórico que va del siglo V al XV.
  • La Edad Media, o Medioevo, se separa en períodos: Temprana Edad Media (siglo V a siglo IX),
  • Alta Edad Media (siglo IX a siglo XI)
  • Baja Edad Media (siglo XI a siglo XV).




La edad media: El adjetivo "Medieval" procede del latín medium aevum, que quiere decir "la edad intermedia". La edad media cubrió el período comprendido aproximadamente entre los siglos V y finales del XV. En muchos aspectos, los tiempos medievales nos parecen remotos y misteriosos, poblados de caballeros y damas, reyes y obispos, monjes y peregrinos. Pero las ciudades, los Estados, los parlamentos, los sistemas bancarios y las universidades europeas tienen sus raíces en esa época, y buena parte del paisaje está todavía dominada por los grandes castillos y las catedrales medievales.

El Medioevo es considerado como una época oscura atrasada cultural y socialmente. Aunque en el Medioevo y el Feudalismo se sentaron las bases del desarrollo de la posterior expansión europea, el nacimiento del capitalismo y la modernidad. En la Europa del siglo XIII, las ciudades se convirtieron en centros de intercambio comercial y sus murallas ofrecieron protección frente a los grupos de guerreros y saqueadores. Las personas podían resguardarse en las ciudades amuralladas junto a sus rebaños y cosechas, mientras el exterior era invadido por los enemigos. Esto aumentó la demanda de alojamiento. Durante siglos se sumaron nuevas viviendas, aunque su construcción se llevó a cabo de forma caótica. En las regiones que disfrutaban de un clima propicio, la ocupación ilegal (sin título o pago de renta) era cada vez más frecuente.
Todas estas tipologías residenciales desaparecieron en Europa durante la alta edad media, coincidiendo con la crisis demográfica del continente. Aunque mucha gente vivía bajo la protección de los feudos y los castillos, otros muchos se hacinaban en pequeños habitáculos insalubres situados dentro de las murallas de las pequeñas ciudades. El campo era inseguro, y las cosechas descendieron a la vez que la población. Las prósperas granjas de la antigüedad desaparecieron, hasta que poco a poco las condiciones mejoraron a la sombra de los monasterios y de los núcleos urbanos en expansión.

  • La sociedad medieval

En la mayor parte de la Europa medieval, la sociedad se organizó con arreglo a un sistema "feudal", basado en la entrega de tierras a cambio de servicios. El rey otorgaba tierras, o feudos, a sus nobles más importantes (barones, obispos) y a cambio, los nobles le prometían ayudarle con soldados en tiempo de guerra. Un noble se comprometía a ser vasallo (servidor del rey) en una ceremonia específica, el acto de homenaje, en el que, arrodillado ante el rey, le juraba fidelidad. A su vez, los grandes nobles solían repartir las tierras entre los nobles inferiores, o caballeros, que se convertían en vasallos suyos. De ese modo, el feudalismo abarcaba desde la cúspide hasta las clases inferiores de la sociedad. En el estadio más bajo se hallaban los campesinos que trabajaban la tierra y estaban vinculados a ella (siervos de la gleba), con pocos derechos, escasa propiedad y ningún vasallo.
  • La vida de un campesino
Con arreglo a las leyes medievales, un campesino no era dueño de sí mismo. Todo, incluida la tierra que trabajaba, sus animales, su casa, y hasta su comida, pertenecía al señor del feudo. Conocidos como siervos de la gleba, los campesinos estaban obligados a trabajar para su señor, que en Gran Bretaña les concedía a cambio una parcela de tierra para cultivo propio. Su vida estaba llena de penalidades. Muchos se afanaban para producir alimentos suficientes para sus familias y para cumplir con su señor. Les estaba prohibido marcharse del feudo sin permiso, y para un campesino, la única manera de obtener la libertad era ahorrar el dinero necesario para comprar un lote de tierras, o casándose con una persona libre.
En la Europa medieval, más del 90% de la población vivía del campo y trabajaba la tierra. La labranza y cría del ganado era un trabajo que absorbía toda la jornada, porque los métodos eran anticuados y no muy eficaces. Las tierras de cultivo alrededor de una aldea se solían dividir en tres grandes lotes, según su calidad: de pan llevar (aptas para trigo), centeneras y medio centeneras.
A los campesinos se les atribuían parcelas en cada lote, de manera que las tierras buenas y malas quedaran equitativamente repartidas. Cavaban y cosechaban sus parcelas propias, pero también ayudaban en los grandes cultivos: para arar campos y segar y recoger el heno. Una cosecha mala era una amenaza de hambre para toda la aldea. El gobierno de un "manor": En Gran Bretaña, mucha gente del campo vivía en un manor, que constaba de una aldea, la casa señorial o el castillo del señor, una iglesia y las tierras circundantes. El señor del manor gobernaba la comunidad y nombraba a personas encargadas de velar por que los aldeanos cumplieran con sus obligaciones. Entre éstas figuraban el cultivar las tierras del señor, o heredad, y abonar los tributos en forma de productos del campo. El señor hacía asimismo de juez en el juzgado del manor, y tenía el poder de multar a quienes quebrantaran las leyes establecidas. Como los manors solían estar aislados, los aldeanos tenían que confeccionarse todo aquello que necesitasen. Pocos productos venían de fuera, a no ser la sal para conservar la carne y el hierro para las herramientas. Los únicos visitantes eran los buhoneros, los peregrinos y los soldados, y pocas personas viajaban fuera de su aldea.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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