2009/01/26

VIVIENDA ANTIGUA EN MEXICO


VIVIENDA PREHISPÁNICA EN MÉXICO.


En el periodo preclásico se puede caracterizar de acuerdo a datos arqueológicos que las primeras viviendas presentan plantas cuadradas o rectangulares, pisos de barro, paredes de bajareque y variantes como el tule o el adobe según la región.

La distribución interna se define por las actividades. Se detectaron fogones, instrumentos de molienda y entierros debajo de los pisos de la casa, la cocina se localiza en varios casos fuera de la casa como un lugar anexo techado y ligares de almacenamiento.

 La casa no sufre cambios hasta la conquista.

En el periodo clásico se distinguen dos tipos de casas: 
La popular que a su vez se divide en dos, 
la del medio rural y la del artesano, dentro o cerca de los centros ceremoniales; 
la de los nobles o gobernantes.



VIVIENDA EN TEOTIHUACAN

En la ciudad de Teotihuacán se han encontrado conjuntos habitacionales a lado de la calzada de los muertos, el patrón que presenta son las habitaciones a través de un patio, una unidad rodeada por un muro con uno o dos accesos, al interior hay aras ceremoniales y de habitación. 

Alrededor del centro de Teotihuacán se encontraban los barrios donde vivían las personas de la baja sociedad, trabajadores agrícolas y artesanos, comerciantes y extranjeros. Según investigaciones arqueológicas, esta ciudad llego a tener alrededor de dos mil conjuntos habitacionales en su momento de mayor apogeo, estas viviendas fueron remodeladas y ampliadas a manera de satisfacer las necesidades de la numerosa población
.
Los conjuntos son de cerca de 60 m de lado, con calles estrechas que cuentan con uno o dos accesos, el interior tiene pasillos que se comunican con patios los cuales desembocan con los aposentos. 

Estos presentan un pórtico con dos pilares y muros interiores que a su vez dividen los cuartos, dentro de los conjuntos hay un área ceremonial.
Las construcciones de Teotihuacán están organizadas de manera que brindan puntos de vista astronómicos, que convierten a la ciudad en un gran observatorio relacionado con el culto de las fechas notables en el calendario teotihuacano.

Vivienda Tolteca

La cultura tolteca es una cultura arqueológica mesoamericana cuyo centro ceremonial principal fue la ciudad de Tollan - Xicocotitlan, localizada en lo que actualmente se conoce como Tula de Allende estado de Hidalgo  - México. 

Los Toltecas fueron la etnia dominante de un estado cuya influencia se extendía hasta el actual estado de Zacatecas y al sureste en la península de Yucatán. La relación entre los toltecas y los mayas del período posclásico ha sido objeto de grandes controversias.

Después de la caída de Teotihuacan hacia el año 700, hubo en Mesoamérica varios siglos de tinieblas ya que cambió el índole de su civilización, las ciudades sin fortificaciones y gobernadas por sabios sacerdotes se desmoronaron y dieron lugar a ciudades guerreras y a religiones mas belicosas.

Las investigaciones hacen referencia que su ciudad es mapa de la traslación de Venus, es decir, su recorrido alrededor del sol. Cerca de ahí esta una montaña llamada Xicuco que en náhuatl es ombligo, que en significado de los toltecas es entre lo interior y lo exterior y hace una vez más referencia a Venus, esta montaña tiene que ver con su arquitectura vista desde sus edificios dan los ciclos antes mencionados de Venus, sin olvidar que este astro aparece en las mañanas en el horizonte como lucero que recibe el nombre de Citlalith (estrella del amanecer). Estos ciclos hacen referencia  a las etapas de Quetzalcoatl para poder ser hombre - dios que representan las etapas de los humanos ( en el catolicismo: nacer - vida - resucitación). En la representación de los Atlantes de Tula se encuentran representadas todas estas etapas, como el espejo negro que hace que Quetzalcoatl, vea sus errores para purificarse al igual que la escultura del Chacmol que representan al mismo Quetzalcoatl saliendo de la etapa del fuego a la superficie, que es cuando Venus no aparece en el horizonte.

Es indudable que los toltecas aportaron cambios importantes en cuanto a las normas arquitectónicas que existían en Mesoamérica  en el siglo IX como es el caso del empleo de esculturas antropomorfas que sostenían con la cabeza el techo de una habitación logrando así un gran espacio interior como se aprecia en el templo de Tlahuizcalpantecuhtli. El señor del alba. Se estima que Tula albergó alrededor de 30,000 hab. los cuales vivían en grandes complejos de un solo piso con techos planos básicamente de piedra  y tierra y acabados en adobe.

También construyeron columnas en forma de serpientes emplumadas, con la cabeza al suelo y la cola hacia arriba, sosteniendo el dintel que formaba parte de la entrada a la gran habitación.

Poseían tres distintas clases de conjuntos habitacionales:

El grupo de Casas
Las unidades residenciales
Residencias palaciegas.

 Hay conjuntos habitacionales del pos clásico 900-1200 d.C   las unidades habitacionales se organizan alrededor de un patio, con presencia de un área ceremonial o altar. Muros de piedra y adobe asi como pisos de tierra apisonada y la entrada al conjunto es una sola puerta y temascal. 

En cuanto al área de actividades hay hogares para la preparación de alimentos, cuartos pequeños posiblemente para almacenamiento y hornos para cerámica.

Como a los habitantes de cualquier ciudad, a los toltecas les preocupaba defender su privacía, y por eso elevaban altas bardas de piedra y adobe para separar sus casas de la calle. Las puertas tenían forma de "ele" y para entrar a la casa era preciso dar dos vueltas, de modo que ningún curioso podía asomarse al patio interior sin ser descubierto. El patio era el centro de la casa en él había un altar para el dios que protegía a los habitantes. Alrededor del patio estaban los cuartos en que vivía cada familia. Las familias que compartían una casa eran de parientes, quizá hermanos o primos.
Los cuartos estaban elevados sobre el nivel del patio y tenían pisos encalados de cal y arena. Para llegar al cuarto había que subir una escalera de dos o tres escalones y apartar la cortina de tela que tapaba la puerta. Los muros era n de adobe y también estaban encalados. Las familias más pobres, sin embargo, tenían que conformarse con un piso de tierra y con muros sin cal. Los techos eran planos, hechos de madera y cemento.
Tenían canales especiales para desaguar el agua de las lluvias. Las casas eran frescas en el tiempo de calor y calientes en el invierno. En su cuarto cada familia realizaba todas sus actividades. En un extremo de la habitación estaba el fogón donde las mujeres preparaban las tortillas de maíz y los otros alimentos. Con el tiempo, las paredes de ese rincón se negrecían por el humo. En ese mismo lugar las mujeres tenían sus utensilios para hilar y coser.
Los hombres solían sentarse en el otro extremo de la habitación para realizar sus labores. Algunas casas, por ejemplo, tenían hornos de cerámica, otras, talleres para hacer cuchillos de obsidiana.
 Cuando llegaba la noche, todos los miembros de la familia dormían en el piso, sobre petates de mimbre, muy cerca unos de otros para protegerse del frío.


Como en todas las ciudades hay ladrones, los toltecas tenían que proteger sus bienes más valiosos, como las hermosas vasijas traídas de tierras lejanas. Para ello tenían sótanos, a los que se llegaba por una puerta de madera que se escondía debajo de un petate.


Las casas de Tula no dejaban de cambiar. Si un hijo se casaba, había que construirle un nuevo cuarto, para que viviera en él con su mujer y sus hijos. También se podía aprovechar el espacio libre en una habitación para construir una bodega en la que se guardaba maíz. Si la familia era próspera, podía decorar las paredes con piedras talladas o pintarlas de colores. Las obras eran realizadas por albañiles profesionales que se encargaban de ir a las canteras por la piedra y el barro y de elevar los muros y los techos.



VIVIENDA DE LA CULTURA AZTECA.


Tenían murallas, de gran espesor, estaban constituidas por bloques de piedra. En México se empleaba para cementar estos bloques la cal quemada que se obtenía de las conchillas. En las casas aztecas, amplios bancos servían de lecho. Si a éstos se agrega una serie de cofres. mesas y taburetes, se tendrá una imagen completa del mobiliario. Las paredes estaban cubiertas de esculturas y jeroglíficos; el mismo gusto decorativo se manifestaba en el exterior, en los frisos de los goterones y en los relieves que adornaban el techo. Las casas de los incas se asemejaban a las que acabamos de describir.

Entre los aztecas de las castas superiores, las casas grandes eran relativamente numerosas. Se trataba de construcciones imponentes, de cinco o seis pisos, dispuestos en tres cuerpos: el del centro estaba reservado a los dueños, a su familia y a sus protegidos, y los otros dos, a la servidumbre y a los esclavos. El patio central, llamado "estufa", confería a la construcción, de forma trapezoidal, un aspecto grandioso y decorativo.


Los Aztecas vivían en viviendas diferentes según la clase social. Las casas de los nobles eran de piedra cubierta con estuco . Algunos poseían dos pisos y tenían varias piezas alrededor de un patio. Adentro estaban llenas de lujosos muebles y los rodeaban grandes jardines repletos de flores  fuentes y estanques con peces. Las casas de los campesinos eran muy sencillas con paredes de adobes o de ramas, ambos bloqueadas con yesos. Ambos elementos rechazaban el calor. poseían ventanas y la única abertura era la entrada, que en vez de puerta tenía una cortina de cañas que colgaban. Adentro había muebles de paja y pieles para dormir. De noche se alumbraban con antorchas. Cada casa tenía una especie de baño de vapor llamado Temascal. El mecanismo era el siguiente, en una pieza se calentaban piedras y luego se les echaba agua, entonces la persona se frotaba el cuerpo con jabón hecho de un árbol llamado Copalxocotl. Las construcciones aztecas tienen cierta similitud con las de los mayas. Los aztecas fueron hábiles artesanos y constructores. Su arquitectura refleja su habilidad y capacidad productiva. Cada ciudad contaba con una plaza central de construcciones civiles y religiosas que la rodeaban. Las que se ubicaban fuera del centro de la ciudad eran escuelas, mercados y viviendas. Ellos planearon el centro de la ciudad de manera ordenada, mientras que los límites exteriores estaban hechos al azar.

Los aztecas llevaron a cabo construcciones de madera. A menudo, utilizaban el pino o el roble para la elaboración de vigas como soporte de las habitaciones. Además, utilizaron yeso, adobe y cal. Las construcciones eran a veces adornadas con obsidiana, piedras sueltas y restos de otras construcciones.

La casa de una persona común, por lo general, consistía en una sola habitación individual hecha de ladrillos de adobe con techo de paja. La habitación se dividía en áreas separadas: una para dormir, cocinar y para albergar el santuario de la familia. El mobiliario consistía en esteras y mesas bajas. Los nobles vivían en casas grandiosas, más elaboradas y con varias habitaciones. La ley les permitía tener un segundo piso. Muchas casas tenían una segunda construcción adyacente, que albergaba los baños de vapor o sauna. El baño de vapor contaba con un horno exterior para calentar las paredes. Cuando los aztecas tomaban un baño de vapor, humedecían las paredes hasta que el vapor se elevará en el baño.

LA VIVIENDA ZAPOTECA


Los zapotecas llegaron al valle central de Oaxaca en el año 1400 a.C para formar sus primeras aldeas alrededor de los ríos.
Las aldeas zapotecas de esta época contaban con entre ocho y diez unidades domésticas. El asentamiento más importante fue la aldea de San José Mogote, los vestigios más antiguos de este sitio datan del año 1500 a.C para este lapso podemos distinguir ya una diferencia social, a partir de la presencia de una serie de artículos suntuarios. Las instalaciones civiles y en las áreas habitacionales se distribuían sobre terrazas en las laderas fuera del conjunto central ubicado en la parte más alta de la montaña.

Las unidades habitacionales, además de la vivienda propiamente dichas cuenta con  una pequeña huerta, un pozo para almacenamiento del agua y espacio para talleres artesanales. Aun cuando había diversas variantes, las unidades guardaban, un patrón constructivo que consistía en un patio central, alrededor del cual se levantan los cuartos. En Monte Albán los conjuntos miden de 20 a 25 por lado y los patios interiores de 9 a 13 m por lado con tumbas en los patios y muros estucados, la vivienda comunitaria era una planta cruciforme de 9.5m de lado y un patio central. Las unidades habitacionales estaban 10 cm arriba del nivel del patio. La vivienda residencial era de mayor tamaño de planta rectangular de 11x 14 m con habitaciones alrededor de un patio con una banqueta estucada que marcaba el acceso a las viviendas. El patio era el única área para realizar las actividades comunes y de convivencia y delimitaba el acceso a zonas privadas.


 VIVIENDA MAYA 

Existían casas unifamiliares donde vivían los padres y los hijos quienes adoptaban a miembros viejos o jóvenes de la familia o fuera de ella. También había edificios multifamiliares habitados por personas de lazos sanguíneos comunes de elevada posición social. Los materiales de las casas varían de muros y techos de madera y palma a materiales resistentes como piedra y estuco. También la vivienda podía estar formada por tres estructuras principales separadas, (dormitorios, la cocina, la bodega) y podían construir otras estructuras separadas (talleres, baños, saunas).
Dormían sobre unas plataformas bajas adosadas a los muros donde colocaban colchones rellenos de algodón (las hamacas fueron una adaptación de las redes de pesca, invento de los indígenas caribes de Haití llegado a Yucatán con el arribo de los españoles). También se dormía sobre petates en el suelo.
Este tipo de habitaciones tenían poca ventilación y luz porque carecían de ventanas. Las habitaciones fueron usadas para dormir y guardar pertenencias; sus ocupantes trabajaban en las afueras y poseían huertos para consumo familiar.
La gente común vivía en palapas alrededor de las ciudades, los materiales que usaban eran renovables como la palma chiit (para los techos), la madera, el bajareque y el estuco (para las paredes). En el centro de la ciudad habitaban los sacerdotes y la nobleza en los castillos, pirámides y templos ceremoniales.

 La vivienda prehispánica solía formar parte de los caseríos en medio del monte cerca de las milpas. Aun cuando sus tiempos migratorios eran prolongados, la vivienda maya, al igual que la milpa, era itinerante, y estaba unida por muy delgados hilos al orden político y económico más amplio, el cuchcabal. “Para la mentalidad española este ordenamiento espacial (cuchcabal) de la sociedad maya era una costumbre parecida al modo de vivir de las fieras.” (Quezada, 1993, 82.)
Aunque se erigían viviendas alrededor de los grandes centros ceremoniales, el espacio propiamente urbano no existía. Así, mediante un proceso de reorganización administrativa y religiosa del espacio, los españoles dispusieron el traslado de la vivienda a las llamadas congregaciones o a las juntas o reducciones (Quezada, 1993, 82). Ese traslado fue muy complejo y duró más de un siglo (Bracamonte y Sosa, 2001). Se puede suponer que aquella vivienda “montuna” no sufrió modificaciones radicales al convertirse en sedentaria.
No obstante, la información disponible sobre las viviendas en los años de 1579 a 1581 (Relaciones histórico-geográficas..., 1983), deja ver, de manera reiterada, que en casi todos los poblados no había calles; es decir, los asentamientos eran muy parecidos a los que, se dice, estaban próximos a los centros ceremoniales: dispersos. Entonces, imponer una nueva geometría de calles en los asentamientos mayas, a partir de una traza central, llevó muchos años, porque implicó atacar la creencia maya acerca de la relación de su vivienda con el cosmos, con sus dioses. Cada vivienda debería mirar hacia el oriente, para recibir cada día, de frente, los primeros rayos del sol, que les aseguraban buena salud y vitalidad a sus moradores.
Cambiar esa orientación por la del trazado de calles fue una ruptura cultural muy profunda. de su Relación de las cosas de Yucatán, Diego de Landa (1973) escribe la manera [que los indios tenían] de hacer sus casas era cubrirlas de paja, que tienen muy buena y mucha, o con hojas de palma, que es propia para esto, y que tenían muy grandes corrientes para que no se lluevan, y que después echan una pared de por medio y a lo largo, que divide toda la casa y en esta pared dejan algunas puertas para la mitad que llaman las espaldas de la casa, donde tienen sus camas y la otra mitad blanquean de muy gentil encalado y los señores la tienen pintadas de muchas galanterías; y esta mitad es el recibimiento y aposento de los huéspedes y no tiene puerta sino toda es abierta […]. El pueblo menudo hacía a su costa las casas de los señores [… las cuales] tenían una portecilla atrás para el servicio necesario y unas camas de varillas y encima una esterilla donde dormían cubiertos por su manta de algodón.

SISTEMA CONSTRUCTIVO 

Se comienza desplantando en el interior de un piso de sascab (material arenoso de la región) apisonado de aproximadamente unos 15 a 20 cms de espesor, para evitar la entrada de agua al interior de la vivienda. Su estructura es totalmente de madera, sus soportes de hecho son postes u horcones ( noh ocom ) de unos 20 cms de diámetro que con otros de menor diámetro ( ocom moy ) son la base sobre las que  se van colocando las diferentes tipos de varas que formaran la estructura. 

 Los diferentes horcones se van reforzando mediante unos elementos de liga llamados halabche o trenzado de bejucos que junto con los coloches o varas verticales forman un emparrillado anudado con fibras vegetales que al ser posteriormente cubierto con barro mezclado con zacate dan forma a los muros o pak lum. Esto le permite crear una barrera térmica conservando la frescura al interior de la vivienda. Por lo general no se colocan ventanas pero si dos grandes marcos para las puertas al centro de por ambos lados, esto para permitir una circulación franca de lado a lado, tanto de la luz, el aire y los habitantes de la vivienda. Antes de aplicar el enlucido de barro, en la base de los muros se colocan piedras a manera barrera para evitar que la humedad pudra la madera y dañe los muros. 

Para recibir la estructura se colocan sobre los muros los largueros o pachna que sostendrá el emparrillado vertical o hunquiche que se veran reforzados mediante elhil o emparrillado horizontal. La inclinación de la estructura no sobrepasa la inclinación de 60 grados, lo que permite el escurrimiento de agua y una protección segura contra los huracanes, muy comunes en la península. Los tanche o crucetas rigidizan la estructura, que culmina en un caballete o holnache. Sobre esta estructura se coloca finalmente el huano o zacate, que en algunos casos llega a cubrir la entrada principal de la vivienda, que según dicen algunos obligan a los visitantes a inclinar su cabeza en señal de respeto para quienes habitan la vivienda.



Vivienda antigua  en Oaxaca


En Oaxaca, México;  las regiones de tierras largas, valles centrales, y mixteca alta, se han localizado restos de viviendas que van del 1400-500 a.C de los que se supone eran similares a las de hoy en día, eran de plantas rectangulares de 4 o 5 por 3 metros, postes de madera en las esquinas y partes intermedias que se completaban con varas delgadas recubiertas con lodo por ambos lados, el acceso era por el lado largo y suponen techos a dos aguas. 

Mitla corresponde a unidades habitacionales palaciegas, configuradas por patios centrales con poco desnivel entre ellos. Cada lado de los patios rectangulares estaba ocupado por un apartamento o vivienda que a su vez se constituía por patios largos y estrechos, den los que se habrá de una a tres puertas.  

Respecto a Monte Albán la vivienda comunitaria era una planta cruciforme de 9.5 de lado y un patio central. Las unidades habitacionales estaban 10 centímetros arriba del nivel del patio. La vivienda residencial era de mayor tamaño, de planta rectangular 14x11 metros con habitaciones alrededor de un patio, que tenía una banqueta estucada que marcaba el acceso a las viviendas. Los curatos en esquina solo tenían acceso a los laterales, la vivienda palaciega era el mismo esquema solo que más grande de 20x25 metros. El patio era la única área para actividades comunes y de convivencia y delimitaba el acceso a las zonas privadas.  





  


























3 comentarios:

Tleyo dijo...

Este documento es un Chalchihuitl , una joya . Como no lo vi antes de hacer mi chante.

Tleyo dijo...

Buen comienzo hoy.

Anónimo dijo...

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